Un buen café espresso, molido correctamente, no debe ser ni ácido ni amargo, debe ser dulce, transparente, limpio, con acidez compleja y con un largo retrogusto. Una vez tengas el café molido, sigue los pasos:
- Llena la carga de café en el aditamento de tu cafetera. Golpéalo delicadamente en la mesa y ensámblalo.
- Ya sea que tenga el proceso en automático o tú controles el tiempo, cuenta 25 segundos de goteo en la taza y detén la máquina.
- Sírvelo caliente.